El contraataque




Una de las grandezas de este deporte, son las múltiples maneras que existen de desarrollarlo según el momento del juego o el modelo que exponga el equipo. El fútbol moderno actual nos ha traído una manera diferente de ver el fútbol. Hoy en día apostamos por fútbol de posesión, juego combinativo y equipos con alta disposición ofensiva dentro de sus modelos de juego, tendiendo a condenar otras maneras de desarrollar el juego.

Para poder desarrollar esa amplia variedad en el juego usamos diferentes figuras tácticas y tratamos de adecuarlas de la mejor manera a nuestro modelo de juego. Ahí donde situamos al contraataque, entre las figuras tácticas más difíciles de desarrollar y más habituales en ciertos momentos del juego.

Podemos definir el contraataque como una acción ofensiva desplegada tras robar el balón al equipo rival y que trata de llegar a la portería con la mayor velocidad posible. Para que un contraataque pueda ser considerado como tal, ha de contar con ciertas características que lo definirán por sí mismo.
-  Velocidad en la ejecución. Para evitar la organización defensiva rival y causar la mayor sorpresa posible.
- Numerosos desmarques. Tanto de apoyo como de ruptura, facilitaran  la aparición de espacios libres que ayudaran a su correcto desarrollo.
Perfecta ejecución en los pases. Que favorecerá la velocidad de ejecución.
Pronta finalización. Tratando de evitar que el contrario se organice y pueda arrebatarnos el balón.

Dentro de la ejecución de un contraataque encontramos dos tipos diferenciados:
Contraataque directo. Es aquel que inicia, desarrolla y finaliza el mismo jugador sin ayuda ni apoyo de ningún futbolista de su equipo.
Contraataque apoyado. Se trata simplemente de aquel en el que intervienen varios futbolistas de un mismo equipo.
   
Ver a un equipo desplegar un contraataque de manera efectiva en todas su fases, es una hermosa manera de conocer una parte del fútbol ofensivo. Como toda figura táctica, el uso del contraataque, ya sea casual o intencionado como parte del modelo de juego, persigue claros objetivos.

1.    Finalizar la jugada satisfactoriamente en la portería rival.

2.    Causar sorpresa en la defensa rival.

3.    Ocupar y aprovechar los espacios libres existentes.

4.    Equilibrar una posible superioridad técnica del rival.

5.    Aprovechar la velocidad de nuestros jugadores.

Por otra parte, si como equipo sufrimos la ejecución de un buen contraataque o nos enfrentamos a un equipo que los dispone dentro de su modelo de juego como principal figura táctica ofensiva, debemos saber contrarrestarlo y evitar el éxito del rival en su desarrollo.
Ocupando racionalmente el terreno de juego cuando despleguemos el juego de ataque, favoreciendo los apoyos y tratando de evitar pérdidas de balón.


Canal de Youtube: Hablo Fútbol
Ejecutando con orden y velocidad los repliegues colectivos intensivos.
- Usando una defensa en línea paralela y buscar el fuera de juego.
- Realizando pressing intenso tras pérdida de balón.
- Trabajando en el uso de coberturas y permutas continuas.
Falta táctica para favorecer la reorganización defensiva.

El uso del contraataque se ve incorrectamente asociado como respuesta ofensiva de un equipo cuyo juego permite que el rival tenga la posesión del balón mayoritariamente. Algo erróneo, pues entendemos que el contraataque es algo que todos los equipos deben desarrollar y saber manejar en algún momento del juego, independientemente del modelo que defiendan.

La historia del fútbol nos habla de grandes equipos que han enseñado al mundo grandes momentos de fútbol y hermosos goles con el uso del contraataque como arma ofensiva. Es por eso que consideramos que con un buen desarrollo el contraataque aporta al fútbol una figura táctica que alimenta la belleza de este deporte.




Félix de Blas