Gracias maestro


















Si algo permanece eterno en el tiempo e inmortal para nuestros ojos, es el verdadero arte y los maestros que lo perpetúan para siempre. De ellos supuran verdaderos mitos que no consiguen sino mantenerlos para la eternidad como los genios que son y sus obras, como el adorno perfecto para cualquier momento de nuestra vida.

El deporte del fútbol no vive ajeno a estos maestros, existen algunos elegidos que han convertido la pelota en una obra de arte gracias a su talento y dedicación. Este fin de semana dejaba los terrenos de juego Juan Carlos Valerón, un verdadero artista que tras 20 años calzándose las botas decidió poner punto y final a su carrera como futbolista de élite.

Aplaudido en los grandes campos y con inmortales momentos de gran fútbol a sus espaldas, Valerón abandona los terrenos de juego. Modesto maestro del balón que lloraba al anunciar su retirada, los románticos del fútbol lloraremos también con él.


                                   Canal Youtube: Tawfik Marruecos

En su querida Las Palmas que le vio crecer decidió acabar su carrera, dejando a su club en lo más alto. Antes ya había paseado su fútbol por La Coruña, Madrid y Mallorca, lugares que siempre recordaran a ese centrocampista frío, de paso lento y pausado que paraba el tiempo con la pelota. Capaz de ver en la oscuridad, el canario era, es y será siempre un portento de técnica individual y un virtuoso lector del juego.

Atrás quedan las grandes tardes ofrecidas al mundo del fútbol al mando del Deportivo de La Coruña, ciudad que le despidió con gran cariño y tristeza. Aprendió a sufrir en el Atlético de Madrid y creció con un brillante RCD Mallorca.

Ahora, acabando sus días en Las Palmas todos sabemos que su elegancia personal y deportiva no tenía límites.  Qué aquel joven espigado y tímido que debutó en Las Palmas, que supo brillar y bajó a las cavernas del sufrimiento deportivo, resurgió elegante y decidido a dejar en nosotros el mejor de los recuerdos.

Gracias maestro, por tu entrega, tus sonrisas, tu sencillez y tu humildad. Por ese fútbol tan fácil para ti y tan extraordinario para los demás, por tus pausas, tus asistencias, por tu lucha y tus goles.

En veinte años nos has regalado muchos motivos para sorprendernos al verte jugar, hoy son recuerdos que harán sonreír a cualquiera cuando alguien le susurre al oído el nombre de Juan Carlos Valerón. 






Félix de Blas