El fútbol español vive bajo la lupa del aficionado continuamente, el cual tiende a
prejuzgar a todos aquellos que trabajan y forman parte de él. Desde el
banquillo, se sufre el más duro de los exámenes, teniendo los entrenadores que
realizar su trabajo con la única importancia que le dan el valor de los
resultados.
Por
esta razón, desde fotosybanquillo tenemos que agradecer el reportaje que el
periodista Tomás
Magaña ha realizado al entrenador del Deportivo de la Coruña, Gaizka Garitano,
para www.riazor.org. Un guiño al fútbol que
acerca a todo el que lo desee el verdadero sentido del trabajo de un
entrenador, un reportaje que desprende puro fútbol.
Como
profesionales de este deporte nos es grato que un medio de comunicación sea
cercano y se preocupe de verdad por el mucho trabajo que hay detrás de un
banquillo en un equipo de fútbol. Hemos querido reproducir íntegro este gran
documento periodístico, pues nos parece de gran interés que se acerque el
trabajo tan minucioso y profesional de un entrenador de primer nivel como el
bueno de Gaizka Garitano.
http://www.riazor.org/la-libreta-de-gaizka-garitano/
http://www.riazor.org/la-libreta-de-gaizka-garitano/
La
libreta de Gaizka Garitano
Los
resultados de cada domingo son los que forjan la opinión que el aficionado
construye sobre el entrenador que dirige a su equipo. Sin embargo, es durante el resto de la semana
cuando el técnico realiza la inmensa mayor parte de su trabajo, una labor
que desarrolla lejos del alcance de la mirada de esa afición dispuesta a evaluarle.
No es común, por interesante que resulte, que el ocupante de un banquillo
acepte abrir su libreta y compartir algunas de las claves de su manera de
afrontar y desarrollar las semanas de entrenamiento. Gaizka Garitano lo ha
hecho en Lugo, en una charla organizada por el Comité Gallego de Entrenadores en la que
compartió micrófono y protagonismo con Luis César Sampedro y David Vidal.
“Cómo
trabajamos ahora no es igual a cómo trabajábamos en el Valladolid o el Éibar;
por los jugadores, los equipos, las circunstancias…”, subrayó el entrenador del
Dépor antes de iniciar su exposición, “lo que sí hay que hacer es que el
entrenamiento conecte con el modelo de juego, cómo entrenas tiene que parecerse
a cómo juegas. Lo que
entrenas tiene que verse en el partido“. Una idea, esa de
mantener un hilo conector visible entre sesiones de trabajo y encuentros, que
fue el punto central de la conferencia del preparador vasco.
“Tiene que ser un proceso circular.
Llegas a un equipo, eliges un estilo de juego, desarrollas un sistema y a
partir de ahí defines las tareas. Yo he vivido como futbolista procesos no
circulares: entrenábamos posesiones, sacábamos de puerta en corto; pero llegaba
el domingo y jugábamos directo con nuestro delantero, aunque no lo trabajásemos
en los entrenamientos. Por otra parte: si quieres ser un equipo muy
ofensivo y sacar el balón desde atrás, tener mucha creación y caudal ofensivo,
pero luego juegas con cinco defensas sin proyección de los laterales… tu estilo
de juego no encaja con tu sistema”, ha añadido Garitano, que organiza sus
tareas para trabajar “cinco fases del juego: qué queremos hacer cuando nuestro equipo
tiene el balón, cuando no lo tiene, cuando lo roba y cuando lo pierde.
Y aparte, el balón parado. Eso es lo que entrenamos”.
Sobre las tareas de sus entrenamientos
Aunque
actualmente cualquiera puede reunir cientos de tareas de entrenamiento en pocos
minutos a través de Internet o libros especializados, Garitano no suele
recurrir a esas fuentes para seleccionar las que utiliza en el día a día. Idea
ejercicios partiendo del modelo de juego que elige, sobre el que trabaja y
que trata de tener siempre presente. Calcula que un 80% los dispone de forma
jugada, similar a juego real; dejando sólo un 20% para lo estrictamente
analítico. No plantea nuevos ejercicios en cada sesión, sino que repite los
mismos hasta que el grupo los mecaniza. Entonces, los desecha y propone otros
nuevos.
“Tenemos
variedad, pero no excesiva. Después de entender y mecanizar el ejercicio, el
futbolista ya sabe la trampa y no se cumplen los objetivos”, justifica
Gaizka, “en los entrenamientos enseñamos los conceptos del juego y trabajamos
el modelo de juego. El equipo debe tener un lenguaje propio con esos
conceptos, ese lenguaje que manejan el entrenador y los jugadores para
saber qué hacer en cada situación. Lo que se trabaja es el modelo de juego.
Hace años se hacían rondos, posesiones, centros y remates; pero en un
entrenamiento con esas características no se trabajaba el modelo de juego”.
Los principios del entrenamiento
- Puntualidad. “Soy bastante alemán, no es algo que se solucione con multas. En Primera ganan mucha pasta. Si un tío llega tarde, lo cojo aparte y hablo con él”.
- Intensidad. En los entrenamientos señala pocas faltas, procura que no haya interrupciones o pausas largas y que las sesiones sean cortas y muy intensas.
- Competición. Las tareas se dividen siempre en series breves. Gaizka cuenta los goles y señala a los ganadores y los perdedores de cada ejercicio. “Estamos en una sociedad muy competitiva. Desde el entrenamiento premiamos al ganador y señalamos al perdedor. Que carguen con las porterías, que paguen unos pinchos… Se tienen que acostumbrar desde los entrenos a ganar, ganar y ganar”.
- Continuidad. “Si yo planteo un seis para seis, el balón sale un metro por la línea de banda y viene un tío corriendo y la rebaña, no pito fuera. Algunos se enfadan, pero sigo, premio al que ha ido rápido. Las líneas delimitan, pero no limitan”. Tampoco le gusta que pase demasiado tiempo entre un ejercicio y el siguiente. Por eso antes de cada sesión entrega a su grupo un papel en el que especifica qué objetivos van a perseguir y qué tareas van a realizar; y las explica en el vestuario “para que los jugadores sepan lo que vamos a hacer antes de salir al campo”.
- Concentración. “Le damos mucha importancia a que haya silencio absoluto cuando estoy explicando, a que pongan atención a las normas de cada ejercicio”.
- Las ‘ventanas rotas’. “Si alguien rompe una ventana en un edificio y
la dejas, en una semana ya hay ocho o nueve ventanas rotas”. Garitano
aplica ‘tolerancia cero’ con las faltas de respeto, los pelotazos, las
patadas sin balón, la mala actitud… “Si un tío se enfada y da un
pelotazo, se para el entrenamiento y va él a por el balón, no el
utillero”.
Reflexiones sobre el entrenamiento
Gaizka
Garitano evita sobrecargar a sus futbolistas con dobles sesiones de
entrenamiento durante el periodo competitivo. En lugar de eso pueden hacer un
trabajo individualizado por la tarde tras entrenar colectivamente por la
mañana, ya sea “aeróbico, de fuerza, de recuperación…”. Admite sin tapujos que la táctica es lo más importante para él,
el sustento de su trabajo. “Estoy de acuerdo con la
periodización. Es lo más importante, lo demás viene junto: la técnica, la
preparación física…”, detalla el míster.
Hay
otros dos principios innegociables en sus entrenamientos: por un lado, tienen
que ser divertidos y amenos; por el otro, cada jugador realiza cada una de las
tareas ocupando su verdadera posición. “Cada integrante de la orquesta
debe tocar su propio instrumento. El
lateral derecho está de lateral derecho en el 80% o 90% de los trabajos
de los entrenamientos, aunque sean de fuerza o de velocidad”, puntualiza. Esto
explica su preocupación por permitir que la pelota esté presente
en todas las tareas, incluso aquellas en que el objetivo es principalmente
físico.
Sus
sesiones son de un máximo
de noventa minutos de duración, a veces menos pero nunca más.
Cuenta con 21 futbolistas de campo en cada una, dos por puesto con un extra por si hay una lesión
o cualquier tipo de incidencia.
Sobre la importancia del entrenamiento, los
objetivos y los valores del equipo
Garitano
recurrió a una cita del entrenador de balonmano Xesco Espar para resumir su
manera de pensar sobre la importancia de los entrenamientos: “La calidad e intensidad del
entrenamiento es la variable que nos hace tener poca diferencia entre nuestro
mejor día y nuestro peor día”. Y agregó: “debes ser un
equipo que se mueva entre el 4 y el 8, que esté siempre vivo en los encuentros.
Es difícil que llegues al 9 o 10, pero también que bajes de 4. La clave para
eso está en los entrenamientos, en darles máxima competitividad”.
Foto: Fernando Fernández |
¿Qué
valores impone sobre todas las cosas en sus vestuarios? “El equipo está por encima de los
intereses personales y las individualidades. El yo es mucho más pequeño que el nosotros. Humildad, respeto, empatía,
trabajo, honestidad y solidaridad”.
Así es una semana de Gaizka Garitano en el Dépor
En la parte
final de su conferencia, el técnico blanquiazul compartió el esquema de una
semana de trabajo en el Deportivo; no sólo desde el punto de vista de la
programación de entrenamientos, sino también de aquellos quehaceres a los que
dedica horas durante las tardes en compañía de sus colaboradores.
- Lunes. Admite que para el entrenador es “incómodo” trabajar al día siguiente de un partido, por ser un día propenso a que haya roces o problemas con los futbolistas que no hayan tenido minutos ese fin de semana. Aun así, convencido de que “lo mejor para el entrenador no siempre es lo mejor para el grupo”, ese día cita a su plantilla y la divide en dos. Los que no tuvieron minutos el domingo llevan a cabo un trabajo de compensación, para el resto es de recuperación. Por la tarde, el cuerpo técnico vuelve a ver en vídeo el partido del domingo, con una particularidad: lo hacen por separado para extraer conclusiones distintas, que después ponen en común. Además, preparan la semana en base al encuentro anterior, al siguiente y, como siempre, a desarrollar el modelo de juego.
- Martes. Día de descanso para la plantilla, salvo los
jugadores lesionados. Para Gaizka Garitano y sus ayudantes es la
jornada en que comienzan a ver con detenimiento los partidos del
próximo rival. A pesar de que José Luis Ribera se encarga de elegir y
extraer cortes con lo fundamental, al ex del Éibar le gusta verlos
personalmente, costumbre que mantiene desde la época en que no disponía de
tantos colaboradores como en la actualidad.
- Miércoles. El Deportivo entrena en espacios
reducidos: fuerza explosiva, resistencia a la velocidad, potencia aeróbica
y subsistemas. En términos generales, se trata de trabajos con poco
espacio y pocos futbolistas, pero manteniendo la máxima de que tengan
relación con el modelo de juego. “Si hacemos un seis contra seis, el
subsistema es un 2-3-1 porque solemos jugar con un 1-4-2-3-1”, explica.
También es éste el día en que la plantilla ve el vídeo del encuentro
anterior, con el objetivo de reforzar lo positivo y corregir los errores.
Por la tarde, los técnicos comienzan a perfilar un plan concreto para
el partido siguiente. “Ya nos hemos visto a nosotros y al rival y
estamos preparados para eso”, indica.
- Jueves. Los espacios se amplían, se hacen más similares
a los de un encuentro real. Se trabaja táctica, modelo de juego y
resistencia mixta, entre otros aspectos, en una sesión que se filma en
vídeo. Y es que esa misma tarde se reúne con sus ayudantes para examinar
esa grabación, dado que este es el entrenamiento en que se empiezan a
hacer cosas que se espera reproducir el domingo.
- Viernes. Se trabaja el balón parado, se pulen necesidades
que hayan quedado pendientes durante la semana y se proponen tareas con
componente lúdico para liberar al grupo. Para esa jornada, el cuerpo
técnico tiene decidido el once titular del domingo y disfruta de una tarde
de desconexión. “Hacer algo de deporte, tomar un par de cervezas… con los
años aprendes que es importante que el entrenador llegue fresco al partido
para estar tranquilo en momentos cruciales. No puedes llegar saturado de
fútbol”.
- Sábado. Entrenamiento prepartido. Se comunica la
alineación a los jugadores y se les muestra un vídeo con los detalles más
importantes del próximo rival. El cuerpo técnico repasa la última hora del
oponente, su convocatoria y la rueda de prensa de su entrenador. Y no
dejan de ver los encuentros de la jornada, porque “siempre pueden darte
alguna idea”.
- Domingo. Día del partido. Se prepara la charla técnica y
se repasan los últimos detalles sobre el propio equipo y el adversario. Si
tiene tiempo, Gaizka Garitano hace algo de deporte esa misma mañana. “Me
sienta bien para estar tranquilo a la hora del partido”, argumenta.
· El
preparador herculino culminó su exposición compartiendo un breve vídeo
con imágenes de sesiones de entrenamiento y de partidos del Dépor,
mostrando cómo muchos comportamientos incentivados durante la semana se
logran reproducir con éxito el domingo. “Los repetimos, los repetimos y
los repetimos hasta que los mecanizan y los hacen sin pensar”, ha declarado
Gaizka. Así probó cómo el tercer gol contra la Real Sociedad (con 55 segundos
de posesión, 15 pases y participación de los diez jugadores de campo) o el
segundo contra el Sevilla, contienen numerosos detalles de cosas
trabajadas en los días previos.
· Mientras
repasaba los vídeos de los entrenamientos y los encuentros de su equipo, Garitano
ha deslizado algunas opiniones sobre la evolución del Deportivo desde su
llegada. “Trabajamos mucho la presión. Nos está costando porque los futbolistas
que tenemos no se dan a ese tipo de situación, pero lo mejoramos cada vez
más. Me gusta presionar arriba, ir a por el rival. Cuando perdemos la
pelota, los tres o cuatro segundos siguientes me gusta que nos quedemos arriba
para presionar”, ha apuntado, mientras exhibía situaciones que respaldaban cada
afirmación.
·
“Dentro del
área hacemos marcajes al hombre, aunque los atacantes rivales se crucen o se
desorganicen; fuera del área marcamos en zona”, abundó el míster, “odio las
posesiones por hacer, siempre que las hacemos es con algo más, con
transición o lo que sea, y siempre con nuestro sistema. Hacemos la posesión
donde se juega al fútbol (en el mediocampo)”. Confesó que en el
Dépor trata de tener la pelota “porque tenemos gente de calidad. En otros
equipos me gustaba más jugar al contraataque. De hecho, esta mañana he visto el
Leicester – Manchester City y buf… me he puesto cachondo. Tuvo 80% de posesión
el City y perdió 4-2. Tener el balón si no lo vas a utilizar bien… es mejor no
tenerlo muchas veces”.
· Las últimas
imágenes en pantalla correspondieron al entrenamiento previo a la visita al
Santiago Bernabéu y los minutos finales de ese choque. “En Madrid sabía que
íbamos a estar en el partido. El equipo andaba bien y tenía la corazonada de
que al final íbamos a estar en el partido. Por eso el día anterior ensayé la
variante con tres pivotes, con Borges, Mosquera y Guilherme. Trabajamos
movimientos y lo que queríamos hacer y al final lo utilizamos”, concluyó
Garitano.
Tomás Magaña
www.riazor.org
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