El ¿secreto? del entrenador vasco


El fútbol vasco siempre tuvo un papel importante dentro del panorama nacional de este deporte. Al éxito de sus futbolistas y equipos, se une el trabajo de excelentes entrenadores cuyos logros son cada vez mayores.

Al norte de España, a orillas del mar Cantábrico, el fútbol se vive de manera distinta. Tres provincias de espectaculares paisajes naturales forman el País Vasco, cuna de algunos de los personajes más importantes del fútbol de nuestro país. La lista de grandes futbolistas nacidos allí es, cuanto menos, extensa. Lo mismo ocurre con la lista de entrenadores cuyo origen se encuentra en ese fútbol que calificábamos anteriormente de “distinto”.

La principal razón por la cual tratamos de analizar el por qué tantos entrenadores vascos tan buenos es, sin duda alguna, el éxito. Cabe reconocer que sin ese éxito conseguido, la curiosidad que despiertan estos entrenadores apenas existiría. Partiendo pues de su éxito, seguimos profundizando y encontramos el trabajo. Sin un buen trabajo, los objetivos no se consiguen. Es trabajar por ello que la manera de , de entrenar, de concebir el juego, adquiere una importancia fundamental en estos entrenadores, y en muchos de ellos, como consecuencia de las experiencias vividas.

Unai Emery, entrenador del PSG
En la gran mayoría de entrenadores, vascos o no, la etapa futbolística previa a la de entrenador es la de jugador, profesional o no. Es aquí, en esta etapa que dura tantos años, donde encontramos una de las claves para que, posteriormente, el trabajo sea bueno y el éxito, posible. Euskadi es una incansable cantera de jóvenes talentos, pulidos desde sus inicios por algunos de los clubes con más tradición en la formación de jugadores, y donde no todos consiguen llegar a la élite. Ese proceso de continua formación que viven desde niños les permite asentar las bases del conocimiento futbolístico que con el tiempo desarrollarán. Me atrevo a decir que esto que explico es esa “cultura” de jugador-entrenador.

Tras esta primera parte del artículo en la cual trato de exponer las razones del éxito de estos entrenadores, seguimos con el análisis del perfil de entrenador vasco. Es aquí donde debemos hacer especial mención al carácter. Ese carácter que consideramos tan típico en estos profesionales no es casualidad. La fuerza y la convicción a la hora de transmitir ideas a los jugadores, de crear una identidad de equipo o de dirigir los partidos forma parte de esa manera distinta de expresar el fútbol tal y como se siente. No quiere decir que el resto de entrenadores de fútbol carezcan de carácter y poder de convicción, ni mucho menos.

Si sumamos el proceso de formación y el carácter a la continua actualización de conocimientos, evolución y adaptación, obtenemos como resultado una figura altamente cualificada para desarrollar su trabajo en este complicado, pero bonito, mundo del fútbol. No obstante, ¿tiene todo esto algo que ver con los grandes entrenadores vascos de la actualidad? La respuesta a esta pregunta debe darse de manera individualizada según qué casos, pero sin duda, un “SÍ” es acertado para muchos de ellos.

Entrenadores y jugadores aparte, el número de profesionales del fútbol cuyo origen se encuentra en el País Vasco es muy elevado. Basta con hacer un recorrido por los distintos cuerpos técnicos de los muchos equipos de las distintas categorías de nuestro fútbol para darse cuenta de ello.

En cuanto a mi experiencia, no puedo decir que conozco personalmente a muchos profesionales vascos. Sí tengo la suerte de conocer y haber aprendido de Luis Fradua, profesor de la Universidad de Granada con experiencia, entre otros muchos sitios, en Lezama. Por supuesto, es una de las personas que más transmiten su pasión por el fútbol, aportando una infinidad de conocimientos a aquellos que hemos podido disfrutar de su enseñanza. Una persona que me impresionó para bien es Luis Llopis, actual entrenador de porteros del Real Madrid C.F. En su etapa en el Granada C.F. junto al técnico Joaquín Caparrós, Llopis asistió, con el entrenador sevillano, a una charla organizada con jóvenes en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada. La experiencia compartida por el preparador vasco aquella tarde fue realmente enriquecedora. El éxito que ha alcanzado con su trabajo no es casualidad.

Por último, cabe decir que, de un modo u otro, el éxito del entrenador vasco, sea cual sea el secreto o la clave del mismo, siempre será el éxito del fútbol español.  



Ignacio de Orbe