Las informaciones hechas públicas por el Diario Marca sobre los ingresos que el Real Madrid va a tener en temporadas posteriores por su contrato comercial con la marca deportiva que le viste y patrocinadores, pone en la punta de la actualidad las ingentes cantidades de dinero que mueve el fútbol de élite actualmente.
Cuando
hace poco se han conocido las cifras reales sobre el traspaso de Gareth Bale al
Real Madrid, se habla de ofertas de 80 millones que preparan varios clubes para
llevarse al atlético Griezmann, mientras los desorbitados sueldos de los
futbolistas planean sobre demenciales historias de chicos millonarios.
La
comercialización de este deporte en su máxima expresión, contrasta con la
situación de debilidad económica que se puede llegar a arrastrar en segunda división, segunda
división B o tercera división.
La
injusticia social está a la orden del día, y el fútbol de élite tiene mucho que
ver con la desigualdad económica que se
vive en la calle. Al margen de la oferta y demanda, los descomunales sueldos de
ciertos futbolistas, son antinaturales e
injustos, algo que por el contrario es imposible negar.
Sueldos,
repartos televisivos, publicidad…etc, todo ello ha convertido al fútbol de
élite en una fábrica de jugadores millonarios, con vicios de millonario y que
gracias a eso se ven juzgados a diario por que el dinero que mueven no siempre
es proporcional al rendimiento que ofrecen o los vicios que adquieren.
Alguien
debería de llegar a los estamentos de mando y gestión del fútbol profesional,
para poner orden y justicia en los repartos de dinero y sueldos, tratando de evitar
que la desigualdad siga imperando libre por nuestro fútbol.
Para
los amantes del verdadero fútbol es humillante y triste ver cómo mientras
desaparecen clubes de 2ª B o Tercera por dificultades económicas, el solo
sueldo de un jugador de la llamada élite salvaría de la quiebra a muchos de
ellos. Luego es fácil amenazar con huelgas o recurrir a sindicatos que sólo
siembran ruido y crean más desigualdad.
No
hay que dejar escapar, la parte de culpa que el forofismo tiene en estas
desigualdades que mueven el deporte del fútbol. Si el dinero se mueve es porque
la gente de la calle lo empuja. Si nadie se gastara 100 € en la camiseta de un
jugador de fútbol, con el tiempo valdría 50 o 30 € y el sueldo de ese deportista
sería más equitativo. Algo que sucedería del mismo modo con publicidad,
televisiones, taquillas y todo aquello que aporta dinero e ingresos al fútbol.
Mi
mano siempre estará con aquellos clubes de fútbol que sobreviven al penoso
espectáculo del fútbol profesional, esos a los que encontrar un € les cuesta
mucho trabajo y tiempo, aquellos futbolistas que entrenan a diario sin nada de
dinero que llevarse al bolsillo.
Esta
es la realidad de nuestro fútbol, una élite profesional que vive alejada de la
realidad de la calle, mientras que el resto del fútbol semi profesional y aficionado
lucha a diario con más ilusión que medios. Por mi parte, prefiero un futbolista
con ilusión en el campo y en el trabajo diario, que uno con millones en el
bolsillo.
Félix de Blas